Bueno hola a todo el mundo!!
Pues tras un día de descanso( que creo, me merezco), aquí vuelvo con un nuevo capítulo de Let's make history, titulado Sirena.
Que lo disfrutes!!!
Que lo disfrutes!!!

Quien pensara que mis padres no estarían en casa y por lo tanto, que me libraría de una bronca, se equivocaba.
En efecto, mis padres estaban allí cuando llegué. Sólo me bastó con ver sus caras para saber que en mi habitación sería donde mejor estaría.
Cerré la puerta y comprobé que algunas de mis cosas ya se hallaban en la habitación.
Mis discos, mi portátil, mis cuadros...
Decidí que lo mejor sería desempaquetar todas las cosas para así dejar de pensar en la que se me venía enciman.
Tras una hora, mis padres entraron en el cuarto. "¡Aguanta el chaparrón campeona!"- me dije.
La discusión se puede resumir en: gritos, gritos y más gritos que no decían nada en concreto, sólo que era una irresponsable y que les había vuelto a fallar.
No hizo falta preguntar si estaba castigada, ya que era más que obvio.
Me tumbé en mi cama (que por fin estaba montada) y traté de pensar en cómo sería mi comienzo de curso. Me fue imposible, ya que mi mente se dejaba llevar por imágenes de Yon, del "roba-besos" y de Enzo.
¡Maldito Enzo! Por su culpa estaba encerrada y enemistada con mis padres, aunque eso no era algo nuevo.
"Sabes que no está bien que culpes a Enzo por algo de lo que sólo tú has sido culpable"- me dijo mi "yo ángel".
Estaba acostumbrada a no escucharle, por lo que no hice una excepción.
Tras una media hora en la que me la pasé discutiendo, interiormente, con mi "yo ángel" y mi "yo demonio" (el cual me caía mucho mejor), mi padre entró en la habitación con un cubo de pintura y un rodillo. Era la hora de darle color a mi cuarto.
-Me toca pintar está habitación. ¿Te importa salir?
Me levanté.
-Oh no, claro, no pasa nada. Una pregunta, ¿qué color es?
-Negro- ¿QUÉE? ¡Estaría de broma! -¿No te gusta? A tu madre y a mí tampoco nos gusta que seas tan irresponsable, así que andando.
Salí del cuarto con la esperanza de que estuviera bromeando.
Aunque un papá muy enfadado podía llegar a ser muy cruel y vengativo.
Bajé al salón donde ya se encontraba el sofá y demás objetos de decoración. Mamá estaba en la cocina, ordenando las cosas.
-Papá me ha dicho que va a pintar mi cuarto de negro- dije desde el sofá.
-¿Negro? -preguntó mi madre extrañada- ¿No era gris?
Me tapé la cara con un cojín. ¡Dios, esto iba de mal en peor!
Zokey entro del jardín por la puerta trasera. Iba con la parte de arriba del bikini puesto.
-¿Tú no estabas castigada? -dijo al verme- ¡Mamá, Alma se ha escapado de su habitación!
-No me he escapado. Simplemente, papá necesitaba pintar. Pero gracias de todos modos por ser tan buena hermana.
Sonrió de forma estúpida.
-De nada, para eso estamos.
Mi padre bajó tras tres cuartos de hora.
Me levanté y corrí a ver el resultado. Abrí la puerta, temerosa de lo que encontrarme.
¡Dios...! ¡Era precioso! Justo como yo quería.
La pared de mi cama color fucsia y las demás en violeta.
Sonreí. Sabía que papá no me fallaría.
Divisé un bote de pintura y un pincel que papá había dejado olvidados.
Era negro. "Um, así que iba a cumplir su amenaza "-pensé.
Entonces, se me ocurrió una idea.
He de decir que mis ideas suelen acabar muy mal, y generalmente son una locura, así que haceros una idea.
Cogí el pincel, lo unté en la pintura y empecé mi obra de arte.
Cuando hube terminado retrocedí un par de metros para poder verlo mejor.
Junto al cabecero de mi cama había escrito con letras negras la palabra: "Sirena"
Sí, así es como Yon me llamaba cariñosamente, debido a mí forma de nadar.
Me gustaba hacerle notar que no me gustaba nada ese mote, pero en realidad me encantaba.
"Esto es lo último que hago pensando en él "-me dije.
Entonces, caí en la cuenta de mi error.
"¿Cómo vas a dejar de pensar en él si cada día vas a ver el mote que él te puso, escrito en la pared de tu habitación?"-dijo mi "yo ángel".
Bueno, no tenía por qué pensar en Yon precisamente.
"¿Ah no?" -dijo mi "yo ángel". ¿Acaso estaba cotilleando mis pensamientos?
Bueno, también podría pensar en la Sirenita...
En efecto, mis padres estaban allí cuando llegué. Sólo me bastó con ver sus caras para saber que en mi habitación sería donde mejor estaría.
Cerré la puerta y comprobé que algunas de mis cosas ya se hallaban en la habitación.
Mis discos, mi portátil, mis cuadros...
Decidí que lo mejor sería desempaquetar todas las cosas para así dejar de pensar en la que se me venía enciman.
Tras una hora, mis padres entraron en el cuarto. "¡Aguanta el chaparrón campeona!"- me dije.
La discusión se puede resumir en: gritos, gritos y más gritos que no decían nada en concreto, sólo que era una irresponsable y que les había vuelto a fallar.
No hizo falta preguntar si estaba castigada, ya que era más que obvio.
Me tumbé en mi cama (que por fin estaba montada) y traté de pensar en cómo sería mi comienzo de curso. Me fue imposible, ya que mi mente se dejaba llevar por imágenes de Yon, del "roba-besos" y de Enzo.
¡Maldito Enzo! Por su culpa estaba encerrada y enemistada con mis padres, aunque eso no era algo nuevo.
"Sabes que no está bien que culpes a Enzo por algo de lo que sólo tú has sido culpable"- me dijo mi "yo ángel".
Estaba acostumbrada a no escucharle, por lo que no hice una excepción.
Tras una media hora en la que me la pasé discutiendo, interiormente, con mi "yo ángel" y mi "yo demonio" (el cual me caía mucho mejor), mi padre entró en la habitación con un cubo de pintura y un rodillo. Era la hora de darle color a mi cuarto.
-Me toca pintar está habitación. ¿Te importa salir?
Me levanté.
-Oh no, claro, no pasa nada. Una pregunta, ¿qué color es?
-Negro- ¿QUÉE? ¡Estaría de broma! -¿No te gusta? A tu madre y a mí tampoco nos gusta que seas tan irresponsable, así que andando.
Salí del cuarto con la esperanza de que estuviera bromeando.
Aunque un papá muy enfadado podía llegar a ser muy cruel y vengativo.
Bajé al salón donde ya se encontraba el sofá y demás objetos de decoración. Mamá estaba en la cocina, ordenando las cosas.
-Papá me ha dicho que va a pintar mi cuarto de negro- dije desde el sofá.
-¿Negro? -preguntó mi madre extrañada- ¿No era gris?
Me tapé la cara con un cojín. ¡Dios, esto iba de mal en peor!
Zokey entro del jardín por la puerta trasera. Iba con la parte de arriba del bikini puesto.
-¿Tú no estabas castigada? -dijo al verme- ¡Mamá, Alma se ha escapado de su habitación!
-No me he escapado. Simplemente, papá necesitaba pintar. Pero gracias de todos modos por ser tan buena hermana.
Sonrió de forma estúpida.
-De nada, para eso estamos.
Mi padre bajó tras tres cuartos de hora.
Me levanté y corrí a ver el resultado. Abrí la puerta, temerosa de lo que encontrarme.
¡Dios...! ¡Era precioso! Justo como yo quería.
La pared de mi cama color fucsia y las demás en violeta.
Sonreí. Sabía que papá no me fallaría.
Divisé un bote de pintura y un pincel que papá había dejado olvidados.
Era negro. "Um, así que iba a cumplir su amenaza "-pensé.
Entonces, se me ocurrió una idea.
He de decir que mis ideas suelen acabar muy mal, y generalmente son una locura, así que haceros una idea.
Cogí el pincel, lo unté en la pintura y empecé mi obra de arte.
Cuando hube terminado retrocedí un par de metros para poder verlo mejor.
Junto al cabecero de mi cama había escrito con letras negras la palabra: "Sirena"
Sí, así es como Yon me llamaba cariñosamente, debido a mí forma de nadar.
Me gustaba hacerle notar que no me gustaba nada ese mote, pero en realidad me encantaba.
"Esto es lo último que hago pensando en él "-me dije.
Entonces, caí en la cuenta de mi error.
"¿Cómo vas a dejar de pensar en él si cada día vas a ver el mote que él te puso, escrito en la pared de tu habitación?"-dijo mi "yo ángel".
Bueno, no tenía por qué pensar en Yon precisamente.
"¿Ah no?" -dijo mi "yo ángel". ¿Acaso estaba cotilleando mis pensamientos?
Bueno, también podría pensar en la Sirenita...
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