Obvio Nen@!


martes, 19 de abril de 2011

1X012 Mala idea (2ª parte)

Bueno, hola de nuevo!! Paola sigue dormida tras su operacion de reducción de pecho. Pero está estable :D
Yo vengo por petición popular con la 2ª parte de "mala idea". Disfrutadlo!!




No podía ser... Se había ido.
Me quedé algunos segundos como en estado de shock.
Mis padres, mi hermana y la madre de Enzo llegaron enseguida. Mi padre me levantó, a duras penas.
Miré a Zokey. Estaba llorando.
Mi padre me zarandeó.
-¡Alma, Alma! ¿Qué ha pasado?
Volví en mí.
-¿Cómo? Oh, oh, no se, no se. Yo, eche a correr y Enzo no me siguió, se, se, se encontraba mal.
Comenzaba a sofocarme yo también.
-Cálmate- me tranquilizo mi madre- Enzo se ha recuperado.
Giré y me abrí paso entre la asustada madre de Enzo y su padre.
Éste yacía en el suelo. Tenía los ojos abiertos y miraba a todos lados.
-Enzo, ¿qué ha ocurrido?- preguntó su padre.
Enzo se llevo las manos a la cabeza.
-No, no pasa nada. Estoy bien, sólo me he desmayado. Ha sido un golpe de calor. Sólo eso.
Me arrodillé junto a él y le abracé inmediatamente.
-¡Dios mío menudo susto me has dado!
Sentí su mano devolviendome el abrazo.
Su padre le ayudó a incorporarse cogiéndolo por los hombros.
-Será mejor que vayamos al hospital.
-No, papá. De verdad que estoy bien. Estoy un poco mareado, eso es todo. Será mejor que nos vayamos a casa.
-No, pasa nada. Lo entendemos- dijo mi padre desde atrás.
Zokey se secó las lágrimas y volvió a marcar el número de Michelle.
No dejé de mirarlo en todo el camino de vuelta. Algo grave le había ocurrido. Sabía que no había sido un simple golpe de calor.
Afortunadamente, la noche había acabado mejor de lo que podría haberlo hecho.

Me levanté a la mañana siguiente sobre las diez y media. Tenía muy claro que iría a ver a Enzo nada más desayunase, por lo que me dí prisa.
Cogí una camiseta (sin pararme a pensar cual me quedaba mejor) y mis pantalones cortos blancos y salí.
Al llegar a la casa, me crucé con los padres de Enzo que salían.
-Oh, hola Alma- me dijo su madre- ¿Vienes a ver a Enzo?
-Sí. Me dejó muy preocupada anoche. ¿Cómo se encuentra?
-Esta mucho mejor. Ha dormido como un bebé.
-Pasa. Está en su cuarto- dijo su padre.
-Muchas gracias.
Pasé y cerré la puerta. Me dispuse a subir las escaleras pero la alerta de nuevo mensaje de mi móvil sonó.
Lo cogí y recé para que no fuera otro estúpido mensaje de Yon. Afortunadamente no era así.
El SMS era de Linsa, mi mejor amiga en Nueva York.
Leí corriendo: Oh Alma te hecho muchísimo de menos! Ojala vuelvas pronto. Bueno, que tal todo por Virginia?? Algún buenorro a la vista?? Mañana comienzan las clases. Va a ser todo tan aburrido sin tí. Espero respuesta. XOXO Linsa.
XOXO, era una expresión que diariamente utilizaba con mis amigas y que venía a ser algo así como: besos y abrazos.
Ahora no había tiempo de contestarla. Necesitaba ver a Enzo.
Guardé mi móvil y subí las escaleras.
Caminé lentamente y sin hacer ruido, para no despertarle en el caso de que estuviera durmiendo.
Abrí lentamente la puerta en la que se podía leer: Enzos's Site.
Sí, aquel era el cuarto de Enzo, sin duda.
Tenía un espejo enorme frente a la ventana. Miré su cama. No se encontraba allí.
¿Dónde podría estar?
De repente, hoy ruidos, como toses y gruñidos.
-¿Enzo?- pregunté al aire.
Seguí el sonido de aquellos sonidos. Precedían del baño.
La puerta estaba entreabierta.
La empujé lentamente tratando de no hacer ruido. Enzo se encontraba de rodillas frente a la taza del váter. Lo miré extrañada. Ahora comprendía lo que eran aquellos ruidos. Enzo estaba vomitando.
Tenía una mano apoyada en el suelo, ¿y la otra?
Alzó el brazo y le dió a la cisterna.
Se dejó caer para atrás y giró.
Nuestros ojos se encontraron. Tenía la mano derecha como humedecida, y dos dedos rojos.
-¿Se puede saber que haces?
-Alma, ¿qué haces tú aquí?
Caminé enfadada hacia él. De repente, lo comprendí todo.
-¿Te estabas provocando el vomito?

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