Pero bueno, para los que estáis igual o peor que yo, hoy os dejo con el capítulo 3 de Let's make history: SMS Que lo disfrutes!!!
Encendió su cigarrillo y me devolvió el mechero. Estiré el brazo y durante una milésima de segundo, nuestras manos entraron en contacto.
Yo sonreí, de manera muy estúpida, y me guardé el mechero.
Le miré de arriba abajo.
Llevaba unos vaqueros que resaltaban su.. ¡Dios que culo!
Una camiseta de manga corta que resaltaban sus... ¡Dios que brazos!
Llevaba el pelo a media melena. ¡Dios era guapísimo!
-¿Eres de aquí?- me preguntó.
-¿Qué?- volví a reaccionar- ¡Oh sí! Bueno acabo de llegar hace unas horas. En realidad soy de Nueva York.
-Vaya- sonrió- una chica de la gran ciudad.
Tenía los dientes super blancos y perfectamente alineados.
No me podía creer que aquello existiese de verdad.
-Y ¿tienes novio?
"Uf, directo al grano" pensé.
-Bueno, no. Ahora mismo no.
-¿Lo acabas de dejar hace poco?
"¿Cómo?" "¿Acaso se me notaba en la cara que acababa de dejar hace unas horas al que por ahora había sido el único amor de mi vida?"
-Bueno, sí, pero no quiero hablar de ello, ¿sabes?
-Está bien.
Nos quedamos callados unos segundos. Cada parte de mi cuerpo estaba temblando (y no precisamente de frío).
El bolsillo de mi pantalón volvió a vibrar.
Saqué de nuevo mi móvil y comprobe que había recibido otro SMS de Yon.
"Oh, vamos" "¡Para de una vez!" "¡Olvidame!" "¡Eres agua pasada!"
-¿Ocurre algo?- me preguntó el.
Debía de haberme quedado mirando la pantalla con cara de odio. Era algo típico en mí.
-No, mi ex. No para de mandarme SMS.
-Imagino que sabrás lo que en realidad significa SMS.
-Mmm, creo que no.
Se acercó a mi y tiró su cigarro.
-Simple Mente Sexo.
Le mire con mi típica cara de ¿Hola? pero no pude articular palabra.
Me envolvió entre sus brazos y apoyó sus labios en los míos.
Choqué contra la pared y alcé mis brazos para acariciar su pelo.
"¡Sí, si si!" Era una autentica campeona. Mi primera noche en Virginia y morreo con el buenorro de la zona. Si Yon pudiera verme..
"¡Basta de pensar en Yon!" "¡Concentrate!" "Tienes a un buenorro metiendote mano"
Decidí hacer caso a mi subconsciente y me limite a centrarme en lo que tenía entre manos.
Recorrí su espalda con mis manos. Su cuerpo estaba tan duro.
Sentía sus duras manos recorriendo mi cuerpo y tratándome de decir que todo iría bien.
"Que bien besa"- pensé.
De repente apartó sus labios de los míos y me miró.
Sonrió y me miró.
-Vaya, no es lo que me esperaba por una bienvenida, pero no está mal.
-Encantado de conocerte -dijo antes de girarse.
Entró en el restaurante y yo me quedé ahí, asimilando todo lo que acababa de pasar.
Me había dado el lote con un tío que estaba muy bueno, al que apenas conocía.
Me alisé el pelo y me bajé la blusa.
Caminé despacio hasta la entrada del restaurante y entonces lo comprendí.
Simple Mente Sexo.
¡Oh no! Me había utilizado para bajar su calentón.
"Alma te has lucido"- pensé.
Como a aquel tío se le ocurriera irse de la lengua, estaba segura de que mi nuevo nombre en Virginia sería el de "puta".
Abrí al puerta del restaurante con ganas de decirle cuatro cositas al chico con el que me había morreado sin apenas conocer en mi primera noche en Virginia.
Yo sonreí, de manera muy estúpida, y me guardé el mechero.
Le miré de arriba abajo.
Llevaba unos vaqueros que resaltaban su.. ¡Dios que culo!
Una camiseta de manga corta que resaltaban sus... ¡Dios que brazos!
Llevaba el pelo a media melena. ¡Dios era guapísimo!
-¿Eres de aquí?- me preguntó.
-¿Qué?- volví a reaccionar- ¡Oh sí! Bueno acabo de llegar hace unas horas. En realidad soy de Nueva York.
-Vaya- sonrió- una chica de la gran ciudad.
Tenía los dientes super blancos y perfectamente alineados.
No me podía creer que aquello existiese de verdad.
-Y ¿tienes novio?
"Uf, directo al grano" pensé.
-Bueno, no. Ahora mismo no.
-¿Lo acabas de dejar hace poco?
"¿Cómo?" "¿Acaso se me notaba en la cara que acababa de dejar hace unas horas al que por ahora había sido el único amor de mi vida?"
-Bueno, sí, pero no quiero hablar de ello, ¿sabes?
-Está bien.
Nos quedamos callados unos segundos. Cada parte de mi cuerpo estaba temblando (y no precisamente de frío).
El bolsillo de mi pantalón volvió a vibrar.
Saqué de nuevo mi móvil y comprobe que había recibido otro SMS de Yon.
"Oh, vamos" "¡Para de una vez!" "¡Olvidame!" "¡Eres agua pasada!"
-¿Ocurre algo?- me preguntó el.
Debía de haberme quedado mirando la pantalla con cara de odio. Era algo típico en mí.
-No, mi ex. No para de mandarme SMS.
-Imagino que sabrás lo que en realidad significa SMS.
-Mmm, creo que no.
Se acercó a mi y tiró su cigarro.
-Simple Mente Sexo.
Le mire con mi típica cara de ¿Hola? pero no pude articular palabra.
Me envolvió entre sus brazos y apoyó sus labios en los míos.
Choqué contra la pared y alcé mis brazos para acariciar su pelo.
"¡Sí, si si!" Era una autentica campeona. Mi primera noche en Virginia y morreo con el buenorro de la zona. Si Yon pudiera verme..
"¡Basta de pensar en Yon!" "¡Concentrate!" "Tienes a un buenorro metiendote mano"
Decidí hacer caso a mi subconsciente y me limite a centrarme en lo que tenía entre manos.
Recorrí su espalda con mis manos. Su cuerpo estaba tan duro.
Sentía sus duras manos recorriendo mi cuerpo y tratándome de decir que todo iría bien.
"Que bien besa"- pensé.
De repente apartó sus labios de los míos y me miró.
Sonrió y me miró.
-Vaya, no es lo que me esperaba por una bienvenida, pero no está mal.
-Encantado de conocerte -dijo antes de girarse.
Entró en el restaurante y yo me quedé ahí, asimilando todo lo que acababa de pasar.
Me había dado el lote con un tío que estaba muy bueno, al que apenas conocía.
Me alisé el pelo y me bajé la blusa.
Caminé despacio hasta la entrada del restaurante y entonces lo comprendí.
Simple Mente Sexo.
¡Oh no! Me había utilizado para bajar su calentón.
"Alma te has lucido"- pensé.
Como a aquel tío se le ocurriera irse de la lengua, estaba segura de que mi nuevo nombre en Virginia sería el de "puta".
Abrí al puerta del restaurante con ganas de decirle cuatro cositas al chico con el que me había morreado sin apenas conocer en mi primera noche en Virginia.
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