1X014 Más naranja que el propio Sol

Holita vecinitos!!! Creo que este es el único lunes en el que estoy feliz. Aunque eso de volver mañana al insti... Y menos con 2 exámenes, aunque de uno de ellos no tengo la más mínima idea xD.

Bueno hoy es lunes y eso significa que aquí tenéis vuestra ración diaria de Let's make history. A comer, digo,a disfrutar!!!!

-Está bien, no me fiaré mucho de esa tal Montana.
-Puedes hacer lo que quieras, pero por regla general, Montana no es alguien que caiga bien.
Sonreí. Miré el reloj. Eran las once y media. Me levanté y caminé hacia el espejo. Me paré enfrente y me eché las manos a mi pelo. Medité varios segundos. Tenía las puntas muy quemadas y me hacía falta un buen corte de flequillo.
Me giré. Se me acababa de ocurrir una idea.
-Tengo que irme. He de hacer algo.
-OK. Ya nos vemos. ¿Te apetece ir esta tarde a la piscina?
-¿Qué piscina? Mi hermana estuvo ayer en una piscina y no se dónde.
-La piscina de la manzana. Todas las casas de esta calle, tenemos una piscina comunitaria.
-¿En serio?- dije sin poder creérmelo.
-Claro. Esta tarde te llamo y quedamos.
-¡Estupendo!- me dirigí hacia el y le di un beso en la mejilla.- Cuídate. Nos vemos luego.
Me dirigí a mi casa. Necesitaba pasta.
Abrí la puerta y dejé las llaves en el cuenco del recibidor.
-¡Mamá!- grité desde la entradita.
-Dime cariño- dijo mi madre desde el jardín.
Salí afuera. Se encontraba plantando unas flores. ¡Mi madre y su buena mano para las plantas!
-¿Y papá?
-Fue a comprar los libros. Recuerda que mañana empiezas las clases.
-Ya, no me lo recuerdes.
-¿Qué tal Enzo?
-Bueno, está mejor. Oye, necesito dinero. Tengo que ir a la peluquería.
Mi madre se giró. Me reí disimuladamente. Tenía toda la nariz llena de tierra.
-¿Otra vez? Cariño, fuiste el día antes de salir de Nueva York.
-Ya, pero mira que flequillo. ¡Y mira mis puntas! Necesito estar guapa para el comienzo de las clases.
Mi madre se levantó y caminó hacia mí.
-Alma, no quiero que vuelvas tontear con ningún chico este curso. Tienes que centrarte.
-Ya lo se, pero que vaya a la peluquería, no significa que no me vaya a centrar.
Mi madre me miró con su típica mirada de "¿estás segura?"

Estaba ya sentada en la silla de la peluquería.
-Quería un corte joven. Con capas, sí. - en realidad no estaba seguro de lo que quería que me hiciera- Y, teñirme, sí... Eso estaría bien.
-¿Qué color?- preguntó la rechoncha mujer.
-Mm- la verdad quería romper con el marrón tan soso que me había acompañado durante esos dieciséis años. Pero, ¿qué color me iba bien? De pronto, y sin saber por qué, me acordé de mi pequeña muñeca Blythe Cloud 9 Bowl. Me la habían regalado al cumplir los nueve años, y era preciosa. Tenía el pelo naranja y los ojos verdes. La verdad es que se daba un aire a mí- Naranja.
La mujer me miró extrañada pero me hizo caso. El cliente, siempre lleva razón ¿no?

Salí del local y corrí a mirarme en algún escaparate de alguna tienda. Contemplé mi pelo anaranjado. Estaba preciosa. Aquel corte de pelo y aquel color me daban el punto de locura que necesitaba transmitir a los demás.
Yo y mis descabelladas ideas. La mayoría de las veces salían mal, pero cuando funcionaban, funcionaban a la perfección.
Miré al cielo. Estaba un poco nublado.
Recé para que no lloviera. No quería perderme aquella tarde de piscina con Enzo.
Caminé decidida, comiéndome a cada persona con que me cruzaba, las cuales, se quedaban embobados mirando mi pelo, que era más naranja que el propio sol.
Sonreí de manera sensual.
"Que se prepare Montana. El Glorian Gold tiene una nueva reina"